La tuberculosis
INTRODUCCIÒN:
La tuberculosis es una enfermedad infecciosa causada principalmente por la bacteria Mycobacterium tuberculosis (bacilo de koch), y que dependiendo del órgano al que afecte, producirá una serie de síntomas de gran variedad.
A lo largo de la historia, la tuberculosis ha sido conocida por diversos nombres como pueden ser peste blanca o mal del rey.
Gracias al descubrimiento de Robert Koch, se lograron grandes avances para contraatacar esta enfermedad, tales como la vacuna BCG (prevención) y otros antibióticos.
La tuberculosis afecta principalmente al pulmón, por lo que la principal vía de infección son las secreciones respiratorias que profieren personas ya infectadas con esta enfermedad. Con tan solo respirar el mismo aire una persona (con una persona infectada) puede quedar infectada.
CONCEPTO:
Es una enfermedad causada por una bacteria ‘mycobacterium tuberculosis’ conocida como bacilo de koch, lleva este nombre en honor a su descubridor. Roberto koch.
Es curable y prevenible. afecta principalmente a los pulmones, pero puede afectar otras partes del cuerpo. si no se trata oportunamente, puede causar daño permanente en los pulmones.
Las personas infectadas con el bacilo tuberculoso tienen un 10% de probabilidades de enfermar de tuberculosis a lo largo de la vida. Sin embargo, este riesgo es mucho mayor para las personas cuyo sistema inmunológico está dañado, como ocurre en casos de la infección por el VIH, malnutrición o diabetes, o en quienes consumen tabaco. La tuberculosis es la principal causa de muerte entre las personas con VIH.
Se calcula que una tercera parte de la población mundial tiene tuberculosis latente. Es decir que están infectadas por el bacilo, pero aún no han enfermado ni pueden transmitir la infección.
Un feto puede contraer tuberculosis a través de su madre antes de nacer, al respirar o tragar líquido amniótico infectado antes o durante su nacimiento, o después de nacer, al respirar aire con microgotas infectadas. Alrededor de la mitad de los hijos de madres afectadas de tuberculosis activa desarrolla la enfermedad durante el primer año de vida si no reciben tratamiento con antibióticos o si no se les vacuna.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en la actualidad el 30 por ciento de la población mundial tiene tuberculosis latente; además, de ese porcentaje se calcula que el 10 por ciento desarrollará una tuberculosis activa.
La tuberculosis es una enfermedad infecciosa que alcanzó su máximo apogeo en el siglo pasado durante la Revolución Industrial, debido al desplazamiento de la gente a las ciudades, donde vivía hacinada y en penosas condiciones higiénicas.
Es curable y prevenible. afecta principalmente a los pulmones, pero puede afectar otras partes del cuerpo. si no se trata oportunamente, puede causar daño permanente en los pulmones.
Las personas infectadas con el bacilo tuberculoso tienen un 10% de probabilidades de enfermar de tuberculosis a lo largo de la vida. Sin embargo, este riesgo es mucho mayor para las personas cuyo sistema inmunológico está dañado, como ocurre en casos de la infección por el VIH, malnutrición o diabetes, o en quienes consumen tabaco. La tuberculosis es la principal causa de muerte entre las personas con VIH.
Se calcula que una tercera parte de la población mundial tiene tuberculosis latente. Es decir que están infectadas por el bacilo, pero aún no han enfermado ni pueden transmitir la infección.
Un feto puede contraer tuberculosis a través de su madre antes de nacer, al respirar o tragar líquido amniótico infectado antes o durante su nacimiento, o después de nacer, al respirar aire con microgotas infectadas. Alrededor de la mitad de los hijos de madres afectadas de tuberculosis activa desarrolla la enfermedad durante el primer año de vida si no reciben tratamiento con antibióticos o si no se les vacuna.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en la actualidad el 30 por ciento de la población mundial tiene tuberculosis latente; además, de ese porcentaje se calcula que el 10 por ciento desarrollará una tuberculosis activa.
La tuberculosis es una enfermedad infecciosa que alcanzó su máximo apogeo en el siglo pasado durante la Revolución Industrial, debido al desplazamiento de la gente a las ciudades, donde vivía hacinada y en penosas condiciones higiénicas.
Historia de la Tuberculosis
La Tuberculosis se ha sabido en la humanidad desde épocas antiguas. Esta enfermedad ha sido llamada anteriormente por nombres numerosos incluyendo “el consunción” (debido a la baja de peso severa y la manera la infección debido a la palidez extrema vista entre ésas infectadas).
El
siglo XXI:
Tras la erradicación de la viruela y prácticamente la de la poliomielitis en el siglo XX, la Organización Mundial de la Salud se ha planteado como objetivo para el siglo XXI la erradicación de la tuberculosis, al ser una enfermedad que cuenta con las características necesarias para ello: existe un tratamiento de razonable eficacia y una vacuna barata capaz de cortar la cadena de transmisión. Sin embargo dos factores han recortado los planes para la consecución de este objetivo: por un lado el aumento de casos desde la década de los noventa (hasta volver a ser considerada una pandemia mundial) y la aparición de 2 cepas muy resistentes a todos los fármacos empleados hasta el momento: la MDR-TB(Multi-Drug-Resistance) y la XDR-TB(Extreme Drug Resistance) detectada por primera vez a comienzos de 2006. Los datos recogidos por la OMS y por los CDC (los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EEUU) durante el año 2006 la sitúan en todas las regiones, aunque la mayor incidencia se ha detectado en las antiguas repúblicas de la Unión Soviética y en Asia, siendo de especial gravedad su presencia en África, donde la alta incidencia de sida agrava la situación. En 2007 se contabilizan unos nueve millones de casos de tuberculosis en el mundo y la OMS estima que el 2% de ellos (unos 180.000) presentan esta nueva cepa.
En octubre de 2007 un equipo de científicos sudafricanos secuencia por primera vez el genoma de la cepa XDR, como primer paso para la elaboración de nuevos tratamientos específicos y eficaces.
Vacunación con BCG:
La vacuna BCG se utiliza desde el año 1921 en la prevención de la TBC y también se aplica para la inmunoestímulación en las neoplasias a partir de la década del 60.
El objetivo de la vacunación con BCG es de proteger a la población no infectada, principalmente en áreas endémicas con elevada tasa de bacilíferos, donde el riesgo de transmisión de la enfermedad es mayor. La vacunación con BCG está indicada fundamentalmente en los países en vías de desarrollo, donde las fuentes de infección son mayores.
En 1974 la vacunación con BCG es incluida por la OMS en el Programa ampliado de inmunizaciones (PAI), como medida de refuerzo en la lucha contra las enfermedades infecciosas infantiles en los países en vías de desarrollo.
Tuberculosis en el Perú
Habiendo existido la tuberculosis en el antiguo Perú y progresando durante la colonia, no sabemos sin embargo de personajes célebres de esas épocas salvo que queramos creer la tradición que el Inca Túpac Yupanqui atacado por la enfermedad, eligió a Jauja para descansar y reponerse, lo que daría origen a la fama de esta ciudad en el tratamiento de la tuberculosis.
Y durante la colonia es evidente que Isabel Flores de Oliva, nuestra Santa Rosa de Lima y de las Américas, padeció de la enfermedad. No en balde es patrona de los tuberculosos, el Día del Tisiólogo se celebra el 30 de agosto día de la Santa; es patrona, además, de la Policía y de las enfermeras. El cuadro pintado por Medoro en 1617 que muestra a Santa Rosa muerta, orienta en ese sentido.
En el siglo XIX entre tantos enfermos famosos en el Perú, citamos entre ellos a don Manuel Pardo, futuro presidente del Perú, quien recobró la salud gracias a su permanencia en Jauja; también a Juan M. Byron, médico de la promoción 1885, que muere muy joven de tuberculosis, en Estados Unidos, en el curso de sus estudios en bacteriología, víctima de una inoculación accidental.
Luego ya en este siglo, abundan los personajes, pero solamente citamos a tres: con toda verosimilitud a Felipe Pinglo, el gran bardo criollo que falleciera un 15 de mayo de 1936 en fa Sala de Santo Toribio del Hospital “Dos de Mayo”. La segunda persona que citarnos es Alejandro Villanueva el gran “Manguera”, ídolo de las multitudes y baluarte del Alianza Lima, amante del fútbol al extremo de jugar en canchas de barrio antes de hacerlo en el Estadio Nacional. A. Villanueva lo vimos en sus últimos días en su lecho de enfermo en fa Sala Santa Rosa 3 del Hospital “Dos de Mayo” en 1944.
Luego citamos a otro futbolista, famoso como fue, José Morales, el popular “Chicha”, olímpico de Berlín como Villanueva. Y luego completamos las citas con “Bom-Bom” Coronado, la “Cabrita Sayers”. Todos fallecieron en el Hospital “Dos de Mayo”.
Ya no mencionamos más personajes, pero terminemos este trabajo con algunos hechos y citemos algunos personajes importantes en la lucha antituberculosa en el Perú.
Comenzamos por Anibal Corvetto, promoción 1902, el primer tisiólogo del Perú y primer jefe de la Sala Santa Rosa del Hospital “Dos de Mayo”. Citemos también el sanatorio Olavegoya de Jauja que alcanzó su apogeo entre 1932 y 1950 bajo la dirección de José Elías García Frías, con quien tuvimos ocasión de trabajar y conocer su calidad. Se recuerda aquí también la creación de la Cátedra de Tisiología de la Facultad de Medicina de San Fernando, con Ovidio García Rosell en 1934, la fundación de la Sociedad Peruana de Tisiología en 1935 por hombres de la talla de Ovidio García Rosell, Juan Werner, Juan M. Escudero Villar, Luis Cano Gironda, Max Espinoza Galarza, Leonidas Klinge, etc.
Y luego el Hospital Sanatorio de Bravo Chico, ahora Hospital “Hipólito Unanue”, donde ha continuado formándose la crema de la tisiología nacional, ahora Escuela Neumológica.
Terminamos aquí este relato en el cual hemos querido presentar algunos tuberculosos famosos y algunos hitos en la historia de la enfermedad.
Día Mundial de la Lucha contra la Tuberculosis
La OMS estipuló que el 24 de marzo sería el Día Mundial de la Lucha contra la Tuberculosis. Se conmemora que el 24 de marzo de 1882 el doctor Robert Koch anunció el descubrimiento del bacilo de la tuberculosis.
En 1982 se realizó el primer Día Mundial de la Lucha contra la Tuberculosis, con el patrocinio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unión Internacional Contra la Tuberculosis y las Enfermedades Respiratorias (UICTER). Este evento buscaba educar al público sobre las devastadoras consecuencias económicas y de salud causadas por la tuberculosis, su efecto en los países en desarrollo y su impacto continuo y trágico en la salud global.
Clasificación
Clínicamente la tuberculosis se puede
manifestar por signos y síntomas:
1. Pulmonares. Se incluyen en este apartado
la neumonía tuberculosa y la pleuritis tuberculosa.
- Neumonía
tuberculosa: Puede
deberse a primoinfección o a reactivación, aunque la infección primaria
suele cursar con pocos síntomas (paucisintomática). La primoinfección se caracteriza
por la formación del complejo primario de Ghon (adenitis regional
parahiliar, linfangitis y neumonitis). La clínica en la reactivación suele
ser insidiosa, con febrícula y malestar general. Es frecuente la
sudoración nocturna y la pérdida de peso. En cuanto a semiología pulmonar,
suele haber tos persistente que se puede acompañar de esputos hemoptoicos
(sanguinolientos). La neumonía tuberculosa es muy contagiosa, motivo por
el cual los pacientes deben estar aislados durante 2 semanas desde el inicio
del tratamiento.
- Pleuritis
tuberculosa:
Aparece generalmente en personas jóvenes y suele hacerlo de forma aguda y
unilateralmente. El signo principal es un exudado en el espacio pleural.
Característicamente en este exudado se puede detectar la enzima adenosin-desaminasa
(ADA) elevada. Asimismo el tipo celular predominatne en el exudado son los
linfocitos y las células mesoteliales son escasas. Como la baciloscopia es
negativa en muchas ocasiones lo que determina el diagnóstico es la
pleuroscopia o biopsia pleural, en el cual se debe demostrar la presencia
de granulomas tuberculosos (con bacilos en su interior). Si no hay
afectación del parénquima pulmonar a modo de neumonía, no suele ser
contagiosa.
2. Extrapulmonares. Pueden aparecer en el
contexto de:
a) Tuberculosis miliar.
b) Reactivación de un foco pulmonar.
c) En ausencia de enfermedad
clínica pulmonar.
- Tuberculosis
meníngea:
forma de meningitis bacteriana causada por Mycobacterium tuberculosis o
más raramente Mycobacterium
bovis. El organismo se asienta en las meninges,
predominantemente en la base encefálica, y forma microgranulomas con
posterior rotura. El curso clínico tiende a ser subagudo, que progresa en
días. Los síntomas pueden ser: dolor de cabeza, rigidez de nuca, déficits
neurológicos (parálisis de pares craneales), confusión, letargia y
convulsiones (en aquellos pacientes que desarrollan tuberculomas). El
estudio del líquido cefalorraquídeo muestra habitualmente: limfocitosis,
hipoglucorraquia (glucosa baja) e hiperproteinorraquia (proteínas altas).
- Tuberculosis
oftálmica:
infección tuberculosa del ojo, principalmente del iris, cuerpos ciliares y
coroides.
- Tuberculosis
cardiovascular:
tuberculosis que afecta a corazón, pericardio o vasos sanguíneos. La
pericarditis puede evolucionar a pericarditis constrictiva, hecho que
lleva al uso de corticoesteroides en su tratamiento.
- Tuberculosis
del sistema nervioso central:
tuberculosis del cerebro, médula espinal o meninges. Generalmente causada
por Mycobacterium
tuberculosis y más raramente por Mycobacterium bovis.
- Tuberculosis
genitourinaria:
causa habitual de piuria estéril (leucocitos en orina sin germen visible).
El acceso de la infección al aparato genitourinario suele ser por vía
sanguínea. Puede ser causa de esterilidad por afectación de los epidídimos
en los hombres y de la trompas de Falopio en las mujeres.
3.
Diseminados (TBC
miliar)
- Tuberculosis miliar: forma de tuberculosis debida a la diseminación sanguínea del bacilo, afectando a distintos órganos. Suele ocurrir en personas con grave alteración del sistema immune. Asimismo es más frecuente en ancianos. Clínicamente puede cursa con inicio agudo o insidioso. La sintomatología es dominada por fiebre y otros síntomas constitucionales. Para su diagnóstico deben practicarse alguno o todos los siguientes cultivos: esputo, orina, jugo gástrico o médula ósea. Si los cultivos fueren negativos se podrá optar por hacer otro intento diagnóstico por biopsia hepática. La prueba de Mantoux suele ser negativa y la enfermedad es poco contagiosa en este estadio.
Sistema de Clasificación de la TBC
Esta clasificación clínica de la tuberculosis (TBC) está basada en su patogenia.
Sistema de Clasificación de la TBC
|
||
Clase
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Tipo
|
Descripción
|
0
|
No exposición a TBC No infectado
|
No historia de exposición
Reacción a la tuberculina negativa.
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1
|
Exposición a TBC No evidencia de
infección
|
Historia de exposición
Tuberculina negativa
|
2
|
Infección TBC No enfermo
|
Reacción positiva a la tuberculina
Estudios bacteriológicos negativos (if
done)
No existe evidencia ni clínica,
radiológica ni bacteriológica de TBC.
|
3
|
TBC activa
|
cultivo de M. tuberculosis
Evidencia clínica, bacteriológica o
radiológica de TBC.
|
4
|
TBC No hay actividad clínica
|
Historia de episodios de TBC o hallazgos
anormales, pero estables en la radiografía
Reacción positiva a la tuberculina
Estudios bacteriológicos negativos y no
hay evidencia clínica o radiográfica de TBC activa.
|
5
|
Sospecha de TBC
|
Diagnostico pendiente
TBC debería ser descartada en el plazo de 3 meses.
|
Causas
Es causada
por la bacteria Mycobacterium tuberculosis (M. tuberculosis). La tuberculosis pulmonar (TB) es
contagiosa. Esto quiere decir que la bacteria puede propagarse fácilmente de
una persona infectada a otra no infectada. Se puede adquirir por la inhalación
de gotitas de agua provenientes de la tos o el estornudo de una persona
infectada. La infección pulmonar resultante se denomina TB primaria.
La mayoría de las personas se recupera de la infección de TB primaria
sin manifestación mayor de la enfermedad. La infección puede permanecer
inactiva (latente) por años. En algunas personas, se activa de nuevo
(reactivación). La mayoría de las personas que
presentan síntomas de una infección de TB resultaron primero infectadas en el
pasado. En algunos casos, la enfermedad puede reactivarse en cuestión de
semanas después de la infección primaria. Las siguientes personas están en mayor riesgo de TB activa o
reactivación de TB:
- Las personas mayores
- Los bebés.
- Las personas con sistemas inmunitarios debilitados, por ejemplo, debido a VIH/SIDA, quimioterapia, diabetes o medicamentos que debilitan el sistema inmunitario.
El riesgo de contraer TB aumenta si usted:
- Está entorno a personas que padecen TB
- Vive en condiciones de vida insalubres o de hacinamiento
- Padece desnutrición
Los siguientes factores pueden incrementar la tasa de infección
tuberculosa en una población:
- Aumento de las infecciones por VIH
- Aumento del número de personas sin hogar (ambiente de pobreza y desnutrición)
- Cepas de TB resistentes a los medicamentos
SÍNTOMAS DE TUBERCULOSIS
1- Fiebre: La fiebre es uno de los síntomas más comunes de
la tuberculosis, sea en la forma pulmonar o en la tuberculosis de
otros órganos. En general, la fiebre es alta, superior a 38ºC, diaria y con
predominio al final del día, llamada fiebre vespertina. En los ancianos la
tuberculosis puede surgir sin fiebre.
2 - Sudores nocturnos: Otro síntoma de tuberculosis muy
común. Además de la fiebre vespertina, también es habitual que los pacientes
presenten sudores nocturnos. En algunos pacientes con tuberculosis, los sudores
nocturnos pueden ocurrir inclusive sin la presencia de fiebre.
3 – Tos: La tos es el síntoma más común de la tuberculosis
pulmonar, pero no suele estar presente en las otras formas de tuberculosis. La
tos de la tuberculosis pulmonar es crónica, con duración de semanas.
Generalmente empieza con una tos seca, agravándose a lo largo de los días,
pudiendo evolucionar para una tos purulenta, con expectoración
verde-amarillenta.La tos con catarro de la tuberculosis es diferente de la tos
de la neumonía en razón de ser un cuadro más arrastrado, que evoluciona durante
semanas. En la neumonía el cuadro de fiebre alta y tos evoluciona en pocas horas,
haciendo con que el paciente procure ayuda médica en 24-48 horas. En la
tuberculosis el paciente solamente se siente muy mal para procurar un médico
varios días, a veces semanas, después del inicio de la enfermedad.
4 – Expectoración con sangre: Con el paso de los días, la
expectoración purulenta puede transformarse en expectoración sanguinolenta, que
recibe el nombre de hemoptisis. El catarro con sangre es un síntoma típico de
la tuberculosis en fases más avanzadas.
5 – Falta de aire y cansancio: La falta de aire es un síntoma
común de la tuberculosis pulmonar y ocurre, habitualmente, en fases más
avanzadas, cuando el acometimiento del pulmón ya es muy grande, La falta de
aire en el inicio del cuadro ocurre solamente durante el esfuerzo; no obstante,
con la evolución de la infección, pasa a surgir inclusive en reposo. La
falta de aire también puede ser causada por acometimiento de la pleura del
pulmón, provocando derrame pleural (agua en la pleura) o neumotórax (aire en la
pleura).
6 – Dolor torácico: El dolor en la región torácica es
otro síntoma común de la tuberculosis pulmonar. Puede surgir por varios
motivos, desde la lesión del pulmón causada por la propia tuberculosis,
como pelo esfuerzo causado por la tos crónica, o inclusive por el acometimiento
de la pleura por la infección, que se caracteriza por un dolor que surge
durante la respiración profunda, llamado dolor pleurítico. El dolor torácico en
los casos de infección pulmonar por tuberculosis suele ser en la región de la
espalda, en general del lado del pulmón más acometido.
7 – Pérdida de peso: La pérdida de peso y la falta de
apetito ocurren en todas las formas de tuberculosis. Es común el paciente ir al
médico asustado con una pérdida de 5 a10 quilos en las últimas semanas.
8 – Linfonodos aumentados: El aparecimiento de uno o más
linfonodos aumentados y palpables por el cuerpo es un síntoma típico de la
tuberculosis ganglionar. La presentación más común es la aparición de un único
linfonodo aumentado, no doloroso, en un adulto joven, sin otros síntomas, como
fiebre, pérdida de peso, tos o cansancio. Sin embargo, no es inusual el
paciente presentar más de un ganglio aumentado o tener la forma pulmonar y
ganglionar juntas, haciendo con que los síntomas descritos anteriormente estén
presentes. El examen del linfonodo revela una masa endurecida y bien adherida.
En alrededor de un 70% de los casos el ganglio surge en la región del cuello.
Otros sitios donde suelen surgir linfonodos en la tuberculosis ganglionar son
la región de las axilas, encima de la clavícula, en el codo o en la ingle.
Exámenes radiológicos consiguen identificar linfonodos aumentados en regiones
más profundas, como en la cavidad abdominal y en el mediastino (región dentro
del tórax).
9 – Dolor óseo: La tuberculosis ósea suele manifestarse
como un dolor en los huesos, principalmente dolor lumbar, por acometimiento de
las vértebras de la columna por la infección (llamado mal de Pott). La
tuberculosis ósea no es una forma muy común y el dolor suele ser solamente leve
a moderado en el inicio del cuadro. Si no hay fiebre ni pérdida de peso, el
médico no suele (ni debe) sospechar inicialmente de tuberculosis en los
pacientes con quejas de dolor en la columna. La radiografía de la columna suele
ser normal en las fases iniciales, siendo necesario hacer una tomografía
computarizada o resonancia magnética para el diagnóstico precoz.
10 – Sangre en la orina: La tuberculosis del sistema
urinario suele presentarse como un cuadro de infección urinaria que no cura con
los antibióticos tradicionales y no es identificada por los uro cultivos. La bacteria generalmente se aloja en uno de los riñones y provoca
dolor en la región lumbar asociado a sangre y pus en la orina, a veces de
forma microscópica, solamente detectable por los exámenes de laboratorio
de orina. Si no tratada a tiempo, lleva a la destrucción de los riñones.
EL TRATAMIENTO
El tratamiento de la tuberculosis es
largo y un tanto complejo. Se basa en la toma de varios antibióticos durante
periodos de tiempo nunca inferiores a seis meses. Suelen combinarse dos
antibióticos durante los seis meses (isoniazida
y rifampicina son los más frecuentes), pero asociando uno
o dos antibióticos más durante los primeros dos meses, para que la actuación
sobre la bacteria sea más agresiva desde el principio.
Aunque hay tratamientos estándar para la tuberculosis, el médico
recetará el que considere más adecuado para cada caso y en la dosis exacta.
CÓMO PREVENIR LA TUBERCULOSIS
-Evita exponerte a personas con tuberculosis activa.
-Ten en cuenta si eres "vulnerable".
-Lleva un estilo de vida saludable.·
-Hazte
aplicar la vacuna de BCG(Bacilo de Calmette y Guérin) para prevenir
la
tuberculosis.
Advertencias
·
Las personas que recibieron un trasplante de órganos, que sufren
de VIH o que están en riesgo de sufrir complicaciones por otras razones, no
pueden recibir tratamiento para la tuberculosis latente.
·
No se debe aplicar la vacuna de BCG a las embarazadas o a las
personas inmunodeprimidas (o que son proclives a serlo). No existen estudios
suficientes para determinar la seguridad de la vacuna de BCG en un feto en
desarrollo.
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